El almacén aduanero es una zona franca donde las mercancías extranjeras se almacenan temporalmente a la espera de ser objeto de operaciones aduaneras.
En estos establecimientos pueden permanecer las mercancías hasta 45 días si han llegado a través de tráfico marítimo, o un máximo de 20 días si han llegado a través de transporte terrestre o aéreo.
Antes de cumplirse el plazo máximo de estancia en los almacenes aduaneros debe darse un destino a la mercancía, en caso contrario debe procederse a la solicitud de una prórroga o llevarse a cabo su destrucción.
Una de las grandes ventajas que el almacén de control aduanero reporta a las empresas importadoras es que se pueden hacer las operaciones aduaneras mediante recepciones parciales y de agrupamiento, de esta forma se elimina el inconveniente de tener que llevar las mercancías hasta la Aduana, ahorrando tiempo y costes en las operaciones logísticas.
Dependiendo del tipo de servicio de almacenamiento aduanero se pueden obtener diversas ventajas. Aun así, hay una serie de aspectos positivos que todos pueden ofrecer de forma similar, como en los pagos. Bien sea por el diferimiento de pago de impuestos o aranceles como por la disminución de movimiento de las cargas, los beneficios económicos con su utilización son claros.
Además, poder manipular los productos en el propio almacén permite realizar las ventas desde el propio depósito, lo que facilita un envío rápido y de forma más controlada. A su vez, el cambio de etiquetas o embalaje también es posible, por lo que se reduce el envío de mercancías con un empaquetado dañado.
Sin duda, los almacenes aduaneros pueden ser una opción muy interesante e inteligente tanto para los e-commerce como para cualquier otro perfil mayorista o minorista.